Este verano lo he pasado restaurando equipos Macintosh Vintage. El gusanillo empezó a picarme tras leer la biografía de Steve Jobs de Walter Isaacson, a la que siguieron multitud de libros relacionados con la vida de Jobs y sus aportaciones al mundo de la Informática y, por extensión, a los sistemas de información.
Durante todo este tiempo, sumergido entre libros, me maravillaba ante la habilidad de Steve Wozniak para diseñar circuitos o para programar un Sistema Operativo completo (aunque éste nunca llegara a realizar operaciones en coma flotante). Estaba decidido ha acercarme un poco más a este mundo de forma que fuera capaz de entender mejor todo lo relacionado con el diseño de los ordenadores Apple.
El caso es que comencé mi andadura en la restauración con un Macintosh SE FDHD de 1998 cuya restauración relaté en este otro post . El cual fue mi primera toma de contacto con el mundo Macintosh Vintage y me sirvió de lanzadera para aproximarme a otros modelos.
Posteriormente me he atreví con un Macintosh Plus de 1986, un iMac g4 (lamparita) del 2002, un Mac Pro G4 Cube del 2000 y un eMac del 2004.
Tengo que reconocer que hay algo especial en todos estos equipos. Al ir desgranando su interior casi puedes sentir las horas y horas de desarrollo. Ves las imaginativas soluciones que propusieron a los problemas del diseño, refrigeración, ubicación de elementos, etc. Ingeniosos soportes, bridas y componentes que encajan a la perfección en el increíble diseño… Desnudando a estos Macintosh Vintage te das cuenta de todas las horas de trabajo que hay tras los diseños. Casi puedes imaginarte a los ingenieros devanándose los sesos para ser capaces de insertar tal o cual elemento dentro del maravilloso diseño de Jonathan Ive.
Mi última restauración ha sido un Macintosh LC II de 1992. Cuando lo traje al taller ni siquiera encendía. He tenido que adquirir conocimientos de electrónica para devolverlo a la vida lo cual ha abierto una nueva puerta en mis habilidades como restaurador. Finalmente conseguí, no sólo devolverlo a la vida, sino también a su estado original.
Finalmente lo que más me sorprende a día de hoy es que, a pesar de ser equipos con más de diez años, son totalmente operativos en el día a día. Un ejemplo de ello es el Imac G4, el cual es el equipo de escritorio de mi hija mayor. Le encanta mover la pantalla y ajustarla a lo que está haciendo en cada momento, digamos que fue amor a primera vista. A sus 10 años lo utiliza para catalogar sus fotos con iphoto ’09, pasar sus cds a su ipod shuffle, navegar por Internet o trabajar con el procesador de textos.
Llegamos al final del post y debo reconocer que disfruto muchísimo restaurando estos pedazos de nuestra actual historia de los Sistemas de la Información. Sin embargo, una vez que han sido devueltos a su estado original, estos equipos deben de seguir su camino. Si estáis interesados en tener uno de estos Macintosh Vintage tenéis una posibilidad en los siguientes Links:
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