Siempre he pensado que aprender un lenguaje de programación puede ser una actividad muy adecuada para los últimos cursos de la enseñanza primaria. Por supuesto no me refiero a lenguajes de programación complejos orientados a objetos sino más bien lenguajes de alto nivel como el BASIC. De esta forma, los alumnos podrían crear sus propios programas aplicando sus conocimientos para la resolución de problemas matemáticos tales como hallar el diámetro de una circunferencia o el área de un rectángulo.

La programación, además de ser un excelente ejercicio de lógica aplicada, constituye un apoyo a la construcción del pensamiento y razonamiento lógico. Los alumnos tendrían que “trasladar” los conocimientos adquiridos durante el curso al lenguaje de programación para que el ordenador los resuelva.

Me parecía interesante también que, por una vez, se cambiaran las tornas y en lugar de que los alumnos sean los que reaccionen ante los estímulos del ordenador fueran ellos mismos los que provocaran, a través de la programación, dichos estímulos.

Así pues, tras presentar la idea en el colegio, llevamos a cabo la experiencia. Tomé mi Apple IIc de 1985 para mostrarlo en clase y hacer los ejemplos sobre él. Al momento los alumnos preguntaron por el ratón, los Megas de memoria o los Gigaherzios. Fue fascinante ver la cara de los alumnos al ver la pantalla en negro con el cursor parpadeando a la espera de comandos.

Para poder simular un entorno de programación similar al del Apple IIc usamos una web que, a través de java script simula un ordenador con AppleSoft Basic.

Tras una breve introducción sobre el BASIC introduje un par de comandos para comenzar: PRINT e INPUT . Después de un par de ejemplos ya eran capaces de modificar su propio código para crear nuevos programas más complejos y con más variables.

10 PRINT “Mi primer programa en BASIC”

20 PRINT “Este programa calcula la longitud de la circunferencia”

30 INPUT “Introduce el valor del radio”;R

30 PRINT 2*3.14*R

Finalmente debo decir que la experiencia ha sido muy gratificante y a buen seguro habremos sembrado el gusanillo de la programación en alguno. Lo que es seguro es que hemos ampliado el horizonte informático de estos chicos.

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